Más altas, más cómodas, más potentes. Las cuñas han entrado pisando fuerte en la temporada; son una tendencia consolidada y multitud de desfiles dan fe de ello. En versión retro, ladylike, sexy o estampada, las cuñas piden atención como protagonistas del look.
El viaje a los cincuenta de Prada también llega a las cuñas, que vuelven con una delirante revisión automovilística (llamas y pilotos incluidos). Y el duo Proenza Schouler –inspirados por los grandes popes del mobiliario de los treinta– ahondan en formas y figuras Art Decó hasta en las suelas de las cuñas, que recuerdan al ébano makassar. Los treinta y los cincuenta caen rendidos a sus pies.
Las cuñas y los estilos, a pares. Al otro lado del Atlántico los dos titanes del ladylike las reinterpretan en colores pastel, Óscar de la Renta en clave abotinada y plagadas de tiras en el empeine. Ralph Lauren –en constante contacto con el toque años 20– sube la sandalia a una importante plataforma hecha en rafia. Y a este lado, en Italia, dos de las firmas que más saben del sexy hacen lo propio. Versace, sobre altas plataformas transparentes con intrincadas tiras por el empeine, y Roberto Cavalli remata sus salones de refinados materiales en contraste con las toscas plataformas de desmedido barroquismo.
Y cerramos el repaso sin salir de Italia, con Dolce & Gabbana para D&G. Apostando por una colección dedicada a los pañuelos, los fulares, los echarpes y sus estampados, los diseñadores han envuelto las cuñas en coloristas chales cargados de filigranas. Queda claro pues que las cuñas marcan el paso de la temporada.
Por: vogue.es
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