Aunque a priori suene rara, improbable o compleja, una nueva tendencia se ha adueñado de las calles y las súper modelos ya la siguen al dictado: la summer leather. En shorts, en cortas minifaldas, en faldas de tubo o en chaquetas perfecto, la piel –imprescindible que sea negra– es la estrella.
Hay que desterrar la idea de que la piel no es para el verano. El truco es saberla mezclar, y el mix perfecto pasa por combinarla con prendas de diferentes texturas y materiales. Por ejemplo: shorts de piel con chaqueta vaquera o con una camisa denim; o minifalda de talle alto en piel negra con una suave camisa blanca de seda. El resultado es un combo ganador en el que se alían dos materiales diferentes que saltan a la vista y no pasan desapercibidos al tacto. Una suma tan interesante que ya tiene un espacio destacado en los armarios más sabios, los de las tops del momento.
Por: vogue.es
